Consellería de Educación i Cultura
Tirso Ávila Aguilera – Arquitecto
Alberto Marco Alcayde – Arquitecto técnico
Juan José Ruiz López – Arqueólogo
Andrés Llorente Grández – Arquitecto
José Manuel Climent Simón – Arquitecto
Alexis Castillo Ramos – Arquitecto
Mateo Quintero – Arquitecto
Fortaleza pétreo de estructura irregular adaptada al relieve del terreno en la cima del monte. Poseyó dos recintos, aunque del inferior solo sobrevive una pequeña porción al Oeste, con vestigios de dos torreones, uno de forma cuadrada y otro circular. Ocupa una extensión de 850 metros cuadrados. Todos sus muros perimetrales fueron restaurados, reconstruidos y elevados durante la Primera Guerra Carlista, en 1839, por el general partidario de Isabel II, Aspiroz, tras siglos de abandono. Además, se erigieron varios edificios dentro del recinto, cuyas ruinas aún se distinguen. Estas construcciones se levantaron con premura y empleando materiales de baja calidad, como respuesta urgente a la guerra y el riesgo de ataques carlistas. Como resultado, sufrieron un rápido deterioro, con los pocos muros restantes ahora inclinados, agrietados y con desplomes parciales. Aunque el siglo XIX trajo una considerable transformación, aún se vislumbran fragmentos de murallas medievales en el lado Oeste, con secciones de tapial y mampostería en opus spicatum. El emplazamiento original de la puerta permanece desconocido. La entrada actual se limita a un agujero en un muro derruido, al cual recientemente se añadió una escalera para facilitar el acceso a los visitantes.